Siglo XVIII. Muchos españoles. Desharapados, sí, pero orgullosos y osados. Con la osadía que da el no tener nada que perder, se embarcan hacia América dispuestos a buscar fama y fortuna o morir en el empeño pasando por encima de quien sea, o lo que sea, que se interponga en el camino de su ambición con la espada en una mano y el crucifijo en la otra. Tendrán que luchar a cada paso contra irreductibles naciones indias que teñirán de sangre propia y ajena cada montaña, barranca o arroyo, negándose a ser un pueblo sometido.
Esta es la historia real de uno de esos hidalgos, don José de Escandón, un montañés que, con quince años, atravesará el océano buscando su tierra prometida. Aventurero, comerciante y militar, se enfrentará tanto al fusil del pirata como a la lanza chichimeca en un reino por el que Dios y el diablo caminan cogidos de la mano.