Lector, cómo describirte en unas pocas líneas un trabajo de infinita delicadeza, de notable trayectoria en su pequeño recorrido. Este poemario no es solo un cuaderno de viaje literario: es una semilla recién plantada y que, verso tras verso, se va abriendo paso a través de la tierra hacia el aire para llegar a volar con unas alas impuestas, pero bien elegidas. No hay nada de común en el libro y muchos menos en Aarón. “Infinitamente ínfimo” es la esencia del perfume de la poesía de un joven autor que, aun a riesgo de ser transgresor, baila palabras clásicas en sus referencias con una frescura apabullante.