Aun no tratándose de una de sus obras más conocidas, Rothbard acierta a concretar en estas breves páginas las razones por las que se considera un enemigo del Estado y de todo lo que este representa. El libertario americano detalla cómo el Estado ostenta una peligrosa capacidad de reducir la libertad individual, destruir la civilización, y amenazar la propiedad privada, cimiento tanto del bienestar humano como de toda ética seria.