“Cuando inundé de aire mis pulmones me sentí completa, abrí los ojos y di un último grito desgarrador que provocó la aparición del mismo escudo protector de tonalidad morada que rodeaba todo mi cuerpo, lo que hizo que todo lo que me bloqueaba y me inmovilizaba ahora estuviese hecho añicos en el suelo, no tenía miedo, era una cambiante pura con muchas ganas de vengarme y nada ni nadie podía detenerme.”