«Este método acerca la Biblia a nuestros alumnos, maestros y familias. Con sus historias sagradas, parábolas y acciones litúrgicas, en un espacio bello y seguro, profundizan sus experiencias vitales, su experiencia de Dios. Un sabio dijo: “Los profetas hablaron Palabra de Dios, sus discípulos la pusieron por escrito y los discípulos de los discípulos la olvidaron en una estantería”. Que tener el método escrito sea la ayuda necesaria para interiorizar y vivir las historias».
(Mercedes Méndez Siliuto, RA, exdirectora de pastoral de Escuelas Católicas de España).