El protagonista de esta historia, Leonardo, recuerda a Edwige, amor del pasado, y le cuenta su vida presente. Que habita en Cáceres, que ha dejado a su madre ingresada en una residencia de mayores, que tuvo un bisabuelo linotipista y visionario en Plasencia y que ha terminado una carrera universitaria pero ejerce de bedel en un instituto. Y un hecho circunstancial: que yendo de Cáceres al Valle del Jerte, Román, un camionero, se cruza en su camino.
Los primeros capítulos recorren lugares en los que Leonardo construye su vida. Cáceres, el instituto donde trabaja, el río Tajo, Plasencia, un pueblo del Valle del Jerte cercano a su casa, y la continua contemplación y noticias sobre los cerezos.