Atrás han quedado los tiempos de pandemia tan duros que hemos sufrido. Sin embargo, el dolor y la pena que han provocado siguen latentes en nuestra sociedad. Además del drama sanitario, el coronavirus ha desencadenado en multitud de desgracias personales relacionadas con la violencia doméstica: historias donde uno de los componentes de la pareja se convierte en agresor.