En un tiempo en que lo rápido es siempre lo mejor, este “diario en verso” intenta invitarte a presenciar un proceso de crecimiento que, como todo lo importante, se cocina a fuego lento.
Porque, ¿qué ocurre cuando se acaba aquello que pensábamos que no se acabaría, cuando un punto y final se presenta de forma inesperada?
El impacto, la negación, el dolor, la rabia y la decepción se mezclan en estas páginas hasta llegar a la aceptación y superación.
Esto es un duelo y habrá que dejarse crecer las alas para sobrevivir.
“Historias que nacen y mueren...
y alguien las llora.
Alguien debe llorar la muerte
para seguir la vida.”