La vida está llena de estímulos, y cada persona sazona sus experiencias de una manera diferente. Sin embargo, existe una motivación que compartimos todos los humanos, y precisamente se cuece en los fogones. No es lo mismo andar el camino con tan solo un pedazo de queso y un mendrugo de pan duro, que encontrarse con la exuberancia de las bodas de Camacho, donde siempre hay momento para regar la jornada con un buen caldo y abundantes viandas. Precisamente por ello, para encontrar las diferencias entre una experiencia y la otra, quiero llenar tu estómago y corazón; busco conseguir emocionarte y hacerte reflexionar. Te invito a sumergirte en estas páginas, llenas de sencillas recetas que no pasan de moda, inspiradas en Cervantes y redactadas con amor, esmero y tesón.