Un joven jardinero, de buena tijera y mano ávida, que cuidaba con esmero los jardines de La Finca en un bonito pueblo de La Mancha, se vio envuelto en un dantesco drama.
Sin saber cómo, se encontró en un gran laberinto. Por mucho que lo intentó, no pudo encontrar la salida. Además, tuvo que salir huyendo de su lugar de trabajo por culpa de un malvado y un percance inesperado.
Macarena, la madre de Camelia, la chica que tuvo el fatal accidente doméstico, lo maldecía y la Guardia Civil lo buscaba día y noche. Al final, lo encontraron dentro del laberinto hecho con cipreses en La Mar de Pulpí. En El Paraíso.