El presente libro quiere ser una réplica dialogada a la denominada Psicología existencial hoy dominante en toda Latinoamérica a partir del influjo de la psicología americana. El problema es que su fundamentación teórica resulta manifiestamente mejorable, dada la debilidad de los argumentos filosóficos a los que apela y a la forma en que procura defenderlos. Por otra parte la psicología existencial se presenta también como una psicología humanista a su vez plagada de vaguedades y carencias respecto de la condición de la persona, algo que desde el personalismo comunitario que representa el autor invita a un serio debate. Y estas páginas son su resultado.