Las inquietudes y reflexiones de este poemario giran en torno al Salmo que lo encabeza: _«Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí»_. Tomando como referencia el abismo que es el ser humano en sí mismo, hace un recorrido por las disquisiciones y contradicciones que alberga; y, como consecuencia, da origen a otros abismos mucho más complejos y cainitas. La voz del autor se hace presente con un vocabulario exquisito, alejado del convencionalismo industrial por el que transita la poesía comercial en la actualidad y en las antípodas de las interacciones fáciles de andar por casa que circulan con profusión en las redes sociales.
_Ecos de un abismo_ no es un poemario al uso; requiere de la interacción y la reflexión del lector, al que se le invita a hacer examen de conciencia de lo que le rodea, de lo que le concierne, y del instinto básico del ser humano: el amor. Atreverse a leerlo es atreverse a mirarse al espejo y, con suerte, salir indemne.