En la oscuridad, las voces de la poesía encuentran una resonancia especial. Los versos escritos bajo el influjo de la luna y las constelaciones tienen la capacidad de capturar esa dualidad inherente a la noche: la serenidad y el sosiego, por un lado, y el misterio y la inquietud, por el otro. La noche nos habla de amores secretos, de sueños imposibles, de miedos ancestrales y de esperanzas renovadas.
Que este viaje poético bajo el cielo nocturno te inspire, te conmueva y te haga redescubrir la magia que se esconde en cada rincón de la noche, porque, como bien sabían los antiguos poetas, es en la quietud de esa mágica oscuridad donde se revelan los enigmas más profundos del universo y del corazón humano.