El libro de texto es una herramienta extremadamente útil para alumnos, profesores, padres e instancias políticas de decisión, involucrados, todos ellos, en la educación de los jóvenes. Por tal motivo, sorprende observar su deficiente uso en algunas escuelas y entornos educativos; o incluso su abierto rechazo por ciertas corrientes pedagógicas. Este fenómeno pudiera no ser tan extraño si la educación disciplinar y el éxito académico se postergan y, en beneficio de determinadas orientaciones ideológicas, se desestiman como elementos para el logro de una cultura amplia y un aprendizaje profundo.
Más que simples exposiciones de temas, los buenos libros de texto constituyen medios eficaces para organizar la enseñanza, estructurar los aprendizaj