Una primera cita entre Alex y el motorizado Fernando le lleva al primero a iniciar una persecución de su amigo por las rutas del vino en Castilla León, aterrizando en villas y aldeas con los nombres más juncales que pueblan aquellas geografías. Para Alex, sempiterno viajero y gastrónomo, los caprichos del pelma de su compinche le llevan a conocer infinidad de personajes y gloriosos caldos y platos del terruño, todo ello salpicado con algún monumento del pasado y del presente y alguna lección de historia.