Arhen, marcado por el fracaso de una misión que casi lo destruye, se encuentra en una crisis profunda, sintiéndose incapaz de enfrentar nuevamente sus responsabilidades. En su estado de vulnerabilidad, es rescatado por Náia, una joven de espíritu libre, y su padre, el Leñador, un sabio skirra que vive aislado en el bosque.
Mientras recupera su salud física, Arhen comienza a sanar también sus heridas emocionales. Náia le despierta sentimientos desconocidos, mostrándole el verdadero significado del amor y el compromiso. Al mismo tiempo, el Leñador le enseña lecciones de vida fundamentales sobre el deber, la lealtad y la perseverancia, incluso en los momentos más oscuros.