Este poemario es un viaje zigzagueante entre dos extremos: el de lo que fue y el de lo que será, el de lo
recordado y el sueño, entre la despedida y el destino, entre lo aprendido y el desconcierto. Una invitación a
recorrer el camino dando tumbos, demostrando que la vida no es un trayecto en línea recta, que no hay
avance sin retroceso, aprendizaje sin error, futuro sin memoria.
La mixtura entre lo escénico, lo lúdico y lo literario caracteriza la poesía de Salva Soler y, en este libro,
le llevan a la experimentación con la poesía fonética, la prosa e incluso la dramaturgia, sin abandonar el
hilo mágico, luminoso, de la poesía. El papel y la tinta cobran vida, movimiento.caracteriza la poesía de Salva Soler y, en este libro.