<p>El libro cuestiona la fe absoluta que nuestra sociedad tiene en la institución escolar. "Hay que comer y beber para poder vivir, y hay que ir a la escuela para aprender”.<br>Esperamos que este libro pueda servir de inspiración a los padres y madres que están interesados en no escolarizar a sus hijos, pero también que sea de interés para la educación en general: padres y madres, maestros, pedagogos, psicólogos, políticos etc. Hay crisis en la escuela, nadie puede negarlo, con mucho fracaso escolar, mucho malestar, vandalismo, desánimo en general. En este libro mostramos que es posible para los niños y niñas crecer sin ir a la escuela sin tener apenas instrucciones de tipo escolar, y más tarde incorporarse en formaciones o trabajos que les interesen. Si esto es posible, ¿por qué entonces sacar a tantos peques de la cama temprano llorando, forzarles a estar sentados, quietos y en silencio, obligarlos a pasar horas con deberes, a sentirse fracasados por las malas notas, etc.? ¿Por qué tanto sufrimiento cuando no es necesario nada de esto? ¿No podríamos crear otros ambientes y otras posibilidades para los niños, más en armonía con su naturaleza y para su bienestar? ¿Podrían los maestros tener trabajos más relajados y satisfactorios enseñando solamente a aquellos que quieren aprender, niños y adultos juntos?</p>