El Correo del otro mundo al Gran Piscátor de Salamanca es un diálogo epistolar entre Diego de Torres Villarroel y el Gran Piscátor Sarrahal de Milán, supuesto adivinador del futuro que escribe al autor desde el inframundo. Es sabido que Torres Villarroel fue un conocido exorcista de espíritus y brujas, que afrontó serios problema con la Inquisición y tuvo la protección del duque de Alba y de la condesa de Arcos, en cuya casa vivió dos años. El mismo Villarroel escribió que: «los extranjeros que vienen a Salamanca, ha muchos años que no preguntan por la Universidad, ni por la plaza, ni por las cuevas donde enseñaban los diablos… sino por don Diego de Torres, pensando encontrar con un monstruo estupendamente afable, o con un oráculo deforme, predicador de misterios, adivinanzas, fortunas, desdichas o despropósitos».