Este libro presenta las afecciones psicosomáticas a la vez como producto de una estricta disociación cuerpo-mente y un intento de recuperación de la unidad psique-soma a través de la dramática presencia de un cuerpo que sufre y padece. Una unidad que resultó perdida con esa extrema disociación a la que estos pacientes recurrieron muy precozmente en su desarrollo emocional.
En cuanto al mejor abordaje para su tratamiento, sobre todo han sido las escuelas de orientación psicoanalítica las que han trabajado de forma más continuada y con mayor bagaje psicopatológico la cuestión.
El libro es, además, un homenaje al Dr. Pedro Boschán, gran psicosomatista recientemente fallecido.