LA ESPINA DE LA ROSA
Acaso sean las espinas
lo más interesante de la rosa.
Acaso la rosa sola
terminaría por aburrirnos.
Si fuéramos ángeles
su belleza sola nos bastaría,
pero es la promesa lo que buscamos,
la trascendencia, el saber
que existe la perfección tras nuestros dolores,
pero que sólo
tras nuestros dolores o
tras esa búsqueda
de un infinito que no encontramos
podemos alcanzar a vislumbrar
la perfección que seguramente
no sea de este mundo.