Con Belarmino y Apolonio (1921) empieza el segundo periodo estilístico de Ramón Pérez de Ayala. En esta etapa abandona el realismo en favor del simbolismo caricaturesco y el lenguaje se recarga con componentes ideológicos propios del ensayo. Belarmino y Apolonio analiza el tema de la duda trascendental en un alma profundamente religiosa.