La obra poética de Garcilaso es reducida, pero de gran importancia en el contexto de las letras españolas (tres églogas, dos elegías, cinco canciones, treinta y ocho sonetos, una epístola en verso y algunos poemas breves tradicionales). A la muerte de Garcilaso, sus manuscritos pasaron a manos de Juan Boscán (poeta e íntimo amigo de Garcilaso). La viuda de Boscán, Ana Girón de Rebolledo, se encargó de publicarlos.