Después de la Batalla de Chacabuco (1817) gobernaba Bernardo O’Higgins. Para asegurar su mandato, reunió a siete hombres que formaron una comisión y escribieron una _Constitución Provisoria_. Ahí se determinó que la nación de Chile puede establecer su gobierno y dictar sus propias leyes, y se reconoció oficialmente la separación de los tres poderes: el poder Ejecutivo (Director Supremo), el poder Legislativo (Senado) y el poder Judicial (Supremo Tribunal), muy similar a lo que hay en Chile actualmente. Esa Constitución fue aprobada en un plebiscito en 1818, pero votaron sólo personas que vivían entre Copiapó y Cauquenes.