Justo cuando nos falta aquello que tanto queremos es cuando solemos tomar realmente consciencia de lo afortunados que éramos. Y el amor no es para menos. Tú y yo nos hemos luchado como verdaderos guerreros; nos hemos ganado en los combates más inciertos; hemos conseguido que encajara lo que aparentemente era opuesto y que los puntos más distantes conformaran un vínculo eterno. Hemos logrado que quedara grabada con fuego la señal que ambos tenemos, marca imborrable de una historia que ha quedado reducida a un recuerdo. Pero sólo se olvida lo que nunca fue cierto, y déjame recordarte que tú y yo siempre seremos.
Los versos que pueden leerse en El binomio (im)perfecto repasan las múltiples facetas de un tópico tan universal como el amor.