El principio esencial del Camino del Té es disfrutar de un respiro de la agitación cotidiana y departir con amigos cercanos, apreciando la belleza de la ceremonia y creando un ambiente artístico a la vez de refinado y relajado.
¿Qué puede haber más relajante, qué más profundo, que la tranquila reunión de mentes afines, apreciando la grandeza y la belleza de los momentos cotidianos?