¿Podemos dejar de pensarnos como sujetos para configurarnos como obras de arte? Nietzsche entendía las propias fuerzas y debilidades como la argamasa con las que trabaja el artista, propiciando un terreno estético a lo que siempre fue dominio exclusivo de la reflexión moral. La Vida es así entendida como un fenómeno estético y la elaboración de la propia existencia como una tarea artística en la que la danza y la música se elevan a necesidad del 0201C;Alma contenta de si misma 0201D; por lo que Nietzsche afirmaba 0201C;le doy a los artistas más razón que a todos los filósofos hasta ahora 0201D;. La intensificación de la Vida será a partir de ahora, más importante que explicarla... y la tarea del filósofo artista ya no será tanto el confinamiento del mundo en categorías conceptuales como la producción de herramientas que ayuden a la actividad de la Pasión más fuerte.