La transición chilena (1988-1994) se desplegó en un contexto internacional marcado por la caída de los socialismos, así como la consolidación de los sistemas políticos democrático-partidistas en América Latina a partir de 1990. Las herencias ideológicas y las nuevas realidades políticas determinaron una particular «reinserción internacional» de Chile a partir de 1989.
Este libro reúne un conjunto de trabajos y líneas de investigación expuestas en un workshop internacional que se desarrolló en la Universidad San Sebastián (Chile) en el que se abordaron aspectos teóricos sobre el diálogo entre Historia y Relaciones Internacionales, así como también las múltiples dimensiones y problemáticas de ese período de la política exterior chilena considerando los vínculos con los Estados Unidos, las relaciones vecinales, entre otros.