Vivimos en un mundo lleno de ideologías, tanto en Oriente como en Occidente. En este aspecto no somos diferentes de los cristianos de los primeros tiempos, quienes proclamaban a Jesús como Salvador y Señor ante los muchos dioses y señores del mundo grecorromano.,,Pero, ¿cómo podemos proclamar el carácter definitivo de Cristo ante el pluralismo religioso y las pretensiones de relativización de la verdad que a menudo lo acompañan?,,Los cristianos deben aprender a trabajar con seguidores de diferentes religiones, buscando el bien común y sin transigir respecto a su fe.