Lucía no se acaba de creer cómo ha ido la cena con Roberto; éste parece normal y parece que puede haber algo entre ellos dos. Claro está que las cosas no iban a ser tan fáciles ya que sigue habiendo jefes imposibles, ex novios más traidores de lo que creíamos y madres que se están sacando un máster con honores en comentarios inapropiados. Las mentiras no le servirán esta vez a Lucía pero puede que a otros, sí.