Ona cree ser una persona más del montón, de lo más común. Su vida se ciñe a la rutina de trabajar y, siempre que puede, disfrutar de sus amigos. Ella, independiente de sentimientos, ha vivido hasta ahora controlando todo lo que debía hacer, decir e incluso sentir. Todo cambia cuando ese muro infranqueable se resquebraja y sus emociones comienzan a aflorar, despertando su curiosidad y la necesidad de encontrar respuestas. Lo que ella no sabe aún es que la verdad que le queda por resolver tras cada silencio cambiará su vida por completo.