La rueda de la locura asesina se pone en marcha de nuevo cuando, en Solana de la Fuente, pueblo próximo a Torreblanca, aparece brutalmente asesinado en su establecimiento un carnicero de mala reputación; y un par de semanas después en Gargantilla, población también de la comarca, se encuentra el cadáver de un agricultor en su propio corralón con un estilete atravesándole el corazón. La segunda víctima es un hombre apreciado por sus vecinos, serio y trabajador, y el nexo que le une con el carnicero de Solana de la Fuente es que hicieron la mili juntos allá en el Sahara.