¿Se puede ser justo sirviéndose solo de la razón, o son necesarios también ciertos sentimientos morales? ¿Está el heroísmo reservado a unos pocos seres excepcionales? ¿Es posible argumentar una ética universal y objetiva fundada en la inviolable dignidad humana? David Cerdá da respuesta a estos interrogantes abordando cuestiones trascendentales como la verdad, la libertad, el sentido vital o los principios.
El honor ha evolucionado en la historia, adoptando diversas formas. La más avanzada de ellas consiste en asumir libre y autónomamente deberes respecto al otro y a uno mismo. El motor principal de este honor ético es la valentía, rasgo principal de quienes causan el bien en este mundo.