Amores contra natura, contingentes realidades paralelas, títeres que dan vida a un maestro de ceremonias algo alicaído, suicidas reincidentes, detectives con instinto asesino y asesinos a sueldo justicieros, las historias de Lluís Talavera muestran que las cosas parecen a menudo lo que no son, y que a la verdad le gusta jugar al escondite la mayor parte de las veces.
Como si la realidad que habitamos estuviera un punto dislocada o acaso lo estuvieran sus mismos pobladores, quienes no por ello cejan en buscar su lugar en el mundo.Y así, personas y reflejos intercambian con frecuencia posiciones en los microrrelatos de este autor, ansiosos por lograr un atisbo de justicia poética que les devuelva el equilibrio perdido.