Cuando, en medio de un evento que ha organizado, Alex descubre que el hombre al que desea y con el que ha tonteado y su nuevo jefe son la misma persona, quiere morirse de vergüenza. ¿Por qué le tiene que pasar eso a ella?
Pero entonces Mario le demuestra el mismo interés que tiene ella. Tal vez las actividades de jefe y de amante no sean tan incompatibles, después de todo...