Europa se conmociona a principios del siglo XIII ante el inicio de una Cruzada en la que por primera vez se va a exterminar a un enemigo que también es cristiano. Pero el anatema papal ya está establecido, y cualquiera que tan solo dude de la culpabilidad de los nuevos herejes, será condenado.Se recluta un ejército, levantan hogueras en toda Occitania quemando disidentes, se toman ciudades, se derriban fortalezas. Y se persigue a los cátaros con un ahínco que parece escapar a toda lógica.