Leer _“El tiempo de los amores asesinos”_ es, a veces, como andar descalza sobre navajas afiladas intentando no cortarse los pies, intuyendo que el amor es un pájaro ciego que canta al alma sin saber que a aquel que lo escucha, y se enamora de su canto, también lo puede dañar mortalmente; Francisco cree que le puede dejar ver a través de sus ojos el mundo asombroso. Por eso toma ese riesgo, el riesgo del pájaro ciego…