El materialismo ha triunfado. Ha pasado de ser una filosofía a ser una ideología triunfal. El motivo de este éxito hay que buscarlo en su capacidad para infiltrarse progresiva e históricamente, mediante sutiles transformaciones y alianzas, en todos los espacios de la sociedad y del conocimiento, de la política y de las instituciones, e instalarse en ellas. De hecho, ha capitalizado íntegramente a la ciencia, su aliada necesaria.
En esta obra encontramos una exposición de sus vicisitudes históricas, en términos filosóficos, y un análisis de cómo ha ido transformando su rostro en sucesivas metamorfosis, incluso enfrentadas entre sí, hasta imponerse en nuestro tiempo no sólo como pensamiento único sino como única forma de pensar.