Meditaciones venidas al pensamiento con dureza proverbial, con la delicadeza de una tristeza que comparte lo humano y lo irremplazable de la verdad revelada, mediante la plasticidad de su bella lírica.
Partiendo de la métrica del haiku, estos poemas expresan un salmo cuya creencia es el instante.
La retórica toma la mano de la sencillez como un diálogo en el que cada poema es la frase concluyente.