Desde tiempos inmemoriales, la noche ha evocado el respeto del ser humano. Quizá como metáfora de cuanto nos es desconocido, es adorada y temida tanto en los cultos paganos como en los religiosos. En lo sobrenatural de la noche, los esqueletos salen a bailar, los criminales cometen sus fechorías y hasta los pasos de un ratón se convierten en una figurada sentencia de muerte.
Ya sea a la luz de un fluorescente o de un candil, un libro puede ser una gran compañía para las noches más oscuras. Pero cuidado: no todos los libros ofrecen un consuelo ante las siniestras promesas de la oscuridad. Desde luego, el presente volumen lo hace, con gran respeto a la madre noche y su no siempre valorado cálido manto. Les invitamos a acompañarnos en este viaje literario por las distintas manifestaciones de la noche.