Génesis II cuenta la historia de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Ellos representan tres generaciones y recibieron de Dios la misma promesa acerca de que llegarían a ser una nación, y heredarían la tierra de Canaán. Son los padres de la futura nación de Israel. Los tres recibieron también la promesa de que el Mesías iba a nacer de su descendencia y por medio de él serían benditas todas las familias de la tierra.