La pregunta de si un pueblo tiene derecho a establecer formas de gobierno a través de procesos que le doten de una Constitución ha sido clave en los últimos siglos. Y lo fue en particular en Rhode Island, Estados Unidos, a mitad del siglo XIX.
El pueblo de Rhode Island, cuando trató de aprobar una Constitución democrática, tuvo que enfrentarse a la oposición de las oligarquías terratenientes. En este contexto se dio el alegato de Mr. Hallett, nunca hasta ahora traducido al castellano, cuyo núcleo sustancial gira alrededor del equilibrio político-institucional, la forma de abordar una reforma constitucional, el sufragio universal, los ideales de libertad, la soberanía popular y la resistencia.