La novela recrea dos historias auténticas. La primera contada por Pedro, ciego desde los nueve años, cuya lucha por superar esa discapacidad visual finalizó con una enfermedad a la que no pudo vencer. En la segunda historia, sor Ángela de Cristo Jesús nos muestra su interior debatiendo continuar con su vocación religiosa o por el contrario acudiendo a la llamada del amor por un hombre.