Los quince relatos de amor y amistad que conforman La pulsera de la princesa yoruba son sendos paseos en el tiempo por la «educación sentimental» de su protagonista, Mateo Campillo, un conjunto de vivencias que marcaría aquella época juvenil, común a todos nosotros, en que los dados están rodando y no se sabe aún a qué jugada vamos a apostar nuestro futuro.