Ángel Fierro recoge en este libro unos versos conversadores. Como una coda a su obra poética, el autor adopta aquí, a lo ancho de una cincuentena de textos, un voluntario diálogo con su esposa que la muerte le arrebató prematuramente, sin alcanzar el tono lacrimógeno que la ocasión propiciaría. Desfilan por los versos filamentos de vida, encadenados a los escenarios de su existencia, donde rememora un relato de pérdidas, lo que queda del río y otros poemas con indeciso pie. En un itinerario de nostalgia atemperada por la razón, Ángel Fierro incide en su reconocida visión existencial, con un ejercicio de coherencia.