El gran desafío de la pastoral es entender que las relaciones son fundamentales y mucho más en el ámbito universitario. En general, estamos más dispuestos a los programas evangelísticos que a lo relacional. Sin embargo, Dios nos llama a construir comunidad y relaciones, y a vivir la fe de lunes a lunes para vincular la espiritualidad con el estudio, el trabajo y la práctica profesional.
La misión no es solamente un llamado a las almas, sino una transformación total que impacte las estructuras y
afecte a la persona toda, a su vida y a su ciudad.
El autor propone desarrollar una visión centrífuga para que el lector, la lectora, se sienta enviado a misionar fuera de las cuatro paredes del templo sin que deje de sentirse
parte de su iglesia local.