La Confirmación, como cada sacramento, no es obra de los hombres, sino de Dios, quien se ocupa de nuestra vida para modelarnos a imagen de su Hijo, para hacernos capaces de amar como Él. Lo hace infundiendo en nosotros su Espíritu Santo, cuya acción impregna a toda la persona y toda la vida» (Francisco, Audiencia, 29.01.2014).
Este año recibirás la Confirmación, lo que significa dar un paso importante en tu vida. Ese día, el Espíritu Santo entrará en tu corazón y te dará la gracia que necesitas para ser un cristiano coherente en las distintas circunstancias que te toque vivir.