Las cuatro plumas mete el dedo en la herida de una de las mayores derrotas del Imperio británico, cuando en 1885 un desierto implacable y una población orgullosa y fiera le dio una lección en Sudán. Las tropas coloniales fueron arrasadas y su máximo oficial, Gordon, decapitado para humillación de Londres. Cuando los hechos de la novela suceden, ese incidente todavía está muy fresco, y los ingleses saben que tendrán que abandonar Sudán. Es este libro un clásico de la novela de aventuras que tiene en los escenarios exóticos y la valentía de sus protagonistas los elementos imprescindibles que se requieren del género. Paisajes africanos, aventuras y debilidades humanas en estado puro, una lectura a la que siempre se regresa.