Se dice que todas las personas estamos conectadas por un hilo
rojo invisible.
Ni yo misma era capaz de creerme que en unos meses iba a
enfrentarme no solo a mi enfermedad, anorexia, sino a mí
misma… Durante años había crecido con ese arma de doble filo,
un arma que me quitaba vida sin darme cuenta y que, a cambio,
me daba falso control y me llenaba de complejos, culpa y odio
hacia mí misma, pero también a quien intentaba arrebatármela.
Al otro lado del hilo rojo trata sobre conexiones y rutinas, el
día a día con 14 chicas remando contra corriente, mi día a día
con mi enfermedad y cómo, subiendo y bajando, avanzando
y atravesando senderos oscuros, salí de allí. Llevándome lo
aprendido y a una gran amiga y persona.
¿Me dejas most