A mitad del siglo XX, distintos docentes iberoamericanos propusieron una alternativa eficaz para la atención odontológica para sus comunidades desfavorecidas. Actualmente, son muchos los dentistas y las instituciones solidarias que trabajan en todo el mundo en pro de una mejora en la salud oral para aumentar la calidad de vida de los colectivos vulnerables y acortar las diferencias sociales.